José Manzo-Rodríguez, embajador de Downtown Reno, hace lo que puede para ayudar a los demás a sentirse apoyados, ya sean visitantes que necesitan indicaciones o personas sin hogar que necesitan ayuda para problemas más graves. Su parte favorita del trabajo es hacer sonreír a la gente.
"Nunca sabes por lo que está pasando alguien. Si puedo hacerles sonreír, creo que he hecho mi trabajo", dijo Manzo-Rodríguez.
Manzo-Rodríguez ha sido embajador durante tres años y cree que sus experiencias le han ayudado a moldear su forma de interactuar con la gente. Anteriormente trabajó en una organización benéfica católica, Catholic Charities, aprovechando la oportunidad para ayudar a la gente y orientarla en situaciones difíciles de su vida.
"Salí de un estilo de vida similar al de esta gente", dijo. "Conseguí luchar contra todo y estar donde estoy ahora. Siento que estoy ayudando a la comunidad por las cosas por las que yo pasé, las cosas que he visto, las cosas que viví. Me ayuda a relacionarme con ellos un poco mejor".
Manzo-Rodríguez nació en Guadalajara, México, y se trasladó a Stockton, California, cuando era muy pequeño. Se mudó a Reno cuando tenía cuatro años y ha vivido ahí desde entonces.
"Me crié, solo mi mamá y yo. Ella siempre fue discapacitada y fue duro. No trabajaba, así que fue bastante duro crecer porque no tenía el lujo de la demás gente", dijo.
Creció en un hogar bilingüe. Su capacidad lingüística le ha ayudado en su trabajo como uno de los dos únicos embajadores que hablan español.
"Si veo que alguien no habla bien inglés, me resulta fácil hablarle en español y ayudarle", dijo Manzo-Rodríguez.
Suele levantarse a las 5 de la mañana para ir a dejar a su hijo y dirigirse a su turno de mañana. Es padre soltero y se responsabiliza totalmente de la rutina y el bienestar de su hijo.
"Mi día empieza muy temprano. Tengo que preparar a mi hijo para ir a la guardería, luego volver de la guardería y venir al trabajo, desde donde vuelvo, lo recojo y hago el papel de papá y mamá. Así que es un trabajo a tiempo completo. A veces es estresante", dijo Manzo-Rodríguez.
Está agradecido a la gente de Downtown Reno Partnership, que lo ha ayudado cuando ha necesitado resolver situaciones personales.
Los embajadores patrullan un radio de 110 manzanas en el centro de Reno con la intención de hacer de la zona un lugar seguro, limpio y vibrante, dijo Neoma Jardon, directora ejecutiva de Downtown Reno Partnership. Además de recoger la basura, los embajadores ayudan a orientar a los visitantes proporcionándoles información sobre la zona.
"Son la cara sonriente que ayuda a orientar a la gente en las recomendaciones sobre todas las grandes cosas de arte, comida, bebida, compras, todas esas cosas que ocurren en el centro", dijo Jardon, "Así que tienen muchas responsabilidades".
Otra responsabilidad de los embajadores es proporcionar ayuda a las personas necesitadas, desde recursos de vivienda y alimentación hasta transporte al DMV para obtener documentos.
"Como se puede imaginar, tener algunos de esos documentos críticos es el primer paso para una mejor calidad de vida. Por eso les ayudamos a conseguir algunas de esas cosas tan básicas", dijo Jardon.
Los embajadores han puesto en marcha recientemente un turno nocturno, de 11 de la noche a 7:30 de la mañana. En estos turnos nocturnos, los embajadores patrullan el centro de la ciudad en auto, por parejas, con el objetivo de garantizar la seguridad en las horas oscuras de la noche.
Downtown Reno Partnership está comprometido a prestar ayuda a la comunidad y Manzo-Rodríguez quiere que la gente sepa que hay recursos disponibles para quienes los necesiten.
"Que hay gente a la que le importa, que están ahí para ayudar. Solo tienen que poner de su parte y agarrar lo que necesiten, porque tenemos todos los recursos disponibles para ellos. Y depende de ellos si los quieren o no", dijo Manzo-Rodríguez.
Sophia Holm es una estudiante y reportera ambiental para Noticiero Móvil y KUNR.
María Palma de KUNR colaboró en la redacción y traducción de este artículo.
