A medida que la vacunación COVID-19 se estanca en el norte de Nevada, líderes comunitarios están probando un enfoque diferente. Expertos médicos y de salud pública locales están colaborando con miembros del clero para proveer vacunas a la comunidad latina.
La Iglesia Católica Little Flower, en Reno, ofrece misas en español varias veces a la semana. Por esta razón, los organizadores decidieron realizar ahí “El Gran Vacunatón”, destinado para la comunidad latina del norte de Nevada. Los recursos y la información se proporcionaron tanto en inglés como en español.
Diana Sande, gerente de comunicaciones del Centro de Capacitación en Salud Pública de Nevada en la Escuela de Ciencias de la Salud Comunitaria de la Universidad de Nevada, Reno (UNR) y su equipo, están trabajando para llevar experiencia médica, mensajes de salud pública y esfuerzos de alcance a líderes comunitarios.
“Teníamos gente haciendo fila y todavía estábamos preparándonos. Ha sido una enorme cantidad de gente y realmente pensamos que hoy estaría tranquilo”, dijo.
Sande dice que lograr que 673 personas acudieran a esa clínica de vacunación COVID, muchas de ellas latinas, no fue algo que sucedió de la noche a la mañana.
Antes de ofrecer la clínica, ella y su equipo se asociaron con estudiantes de la Facultad de Medicina de la UNR. Se establecieron fuera de la iglesia antes y después de los servicios para recopilar encuestas y responder preguntas de la congregación.
Así comenzaron a entender qué está previniendo que las personas se vacunen. “Descubrimos que no era la desinformación lo que los mantenía así”, dijo Sande. “Se trataba más de la confianza en la ubicación [y] la seguridad, basada en su estatus migratorio”.
Para abordar esa falta de información, el Pastor Paul McCollum, de Little Flower, también ha sido parte de la iniciativa.
“ ... Como católicos, algunos de ellos estaban preguntando sobre la moralidad de la vacuna, lo cual traté de abordar desde un principio con toda la congregación, tanto con los miembros de habla inglesa como español”, dijo McCollum. “Para que tuvieran la información y supieran que era moralmente aceptable y, que, de hecho, la iglesia recomendaba a las personas que se aplicaran la vacuna”.
En Reno, los líderes religiosos no son los únicos que se apartan de sus roles tradicionales para prevenir la propagación del virus. Para abrir las clínicas bilingües, también colaboraron los estudiantes de medicina de la UNR.
Hasta ahora, este esfuerzo de vacunación bilingüe y basado en la fe ha marcado la diferencia. Según Nevada Vaccine Equity Collaborative, antes de las clínicas de divulgación y vacunación, cerca del 22 por ciento de las personas elegibles para la vacuna en el código postal cercano a la Iglesia Católica Little Flower estaban completamente vacunados. Después de dos clínicas de vacunas, es casi el 41 por ciento.
Diana Sande, quien dice que quiere continuar con estos esfuerzos. “Soy latina; nací en Puerto Rico; crecí en América del Sur. Siento que es mi gente, y siento que gran parte de la población latina, no tiene voz”, dijo. “Así que me siento honrada de poder ser esa voz para ellos, ayudarlos y brindarles la información en su idioma, la información correcta”.
Esta historia fue traducida al español y editada para brevedad por The Nevada Independent en Español. Fue producida en asociación con Noticiero Móvil con el apoyo de la Solutions Journalism Network. La versión original en inglés fue publicada el 30 de julio.
El periodista Jayden Perez de KUNR adaptó esta historia para la web.